Asignación De Activos Alternativos
Los activos alternativos proporcionan AID (alfa, rentas y diversificación) a las carteras de activos tradicionales
14-01-2021
Jamie Kramer
Pulkit Sharma
La nota dominante que ha caracterizado 2020 ha sido la escasez: escasez de papel de cocina, de gel hidroalcohólico e incluso de harina. A lo largo del año, todos aprendimos que sustituir el papel de cocina por paños reutilizables no era solo eficiente, sino también sostenible. Ante los problemas de escasez, tuvimos que buscar elementos capaces de ofrecernos resultados similares e incluso mejores. Si extrapolamos este enfoque a la situación de los mercados en la actualidad, los inversores pueden abordar la escasez de alfa, rentas y diversificación (AID, por sus siglas en inglés) en las carteras tradicionales mediante la incorporación de activos alternativos. De esta forma, podrá mejorar los resultados de sus inversiones.
La situación de la pandemia ha motivado la adopción de políticas monetarias y fiscales sin precedentes. Por consiguiente y según indicamos en nuestra publicación «Long-Term Capital Market Assumptions» de 2021, prevemos una rentabilidad anual del 4,2% a partir de una cartera con una proporción de acciones/bonos de 60/40 durante los próximos 10 a 15 años. Hoy, en el inicio de un nuevo ciclo, los mercados cotizados se enfrentan al desafío de tires en mínimos históricos y valoraciones extremas, una situación muy poco habitual. En este contexto, los activos alternativos y la gestión activa destacan como dos de las fuentes de “AID” que los inversores necesitan para lograr resultados, tanto a corto como a largo plazo.
las asignaciones que tienen en cuenta el momento del ciclo pueden mejorar el alfa, las rentas y la diversificación
El aprovechamiento de estas fuentes de AID requiere precisión y disciplina. Con demasiada frecuencia, los inversores se limitan a reunir un conjunto de activos alternativos sin reparar demasiado en la forma en que las asignaciones van a interactuar. Esta falta de previsión puede tener un impacto negativo en la construcción de las carteras. Desde nuestro punto de vista, es esencial contar con un marco de activos alternativos sólido para construir carteras resilientes. La construcción de carteras de activos alternativos debería ser un proceso holístico que haga énfasis en los atributos de inversión. Para ello, es preciso centrarse en qué aportan los activos, en lugar de en cómo se llaman. Por ejemplo, tal y como muestra el GRÁFICO 1, unos cimientos core compuestos por activos alternativos proporcionan una fuente de rentas estable con un nivel inferior de volatilidad. Posteriormente, una serie de complementos core aportan diversificación o rentabilidades diferenciadas. Por último, como su propio nombre indica, los potenciadores de rentabilidad amplifican la rentabilidad. De manera similar, las alternativas equivalentes a renta fija y renta variable que aparecen en la parte izquierda y derecha, respectivamente, proporcionan mejores resultados que los que pueden obtenerse en los mercados cotizados. Los activos híbridos representan clases de activos all-season (es decir, aptas para todas las fases del ciclo, como los fondos de inversión libre o hedge funds y los activos reales) que poseen atributos equivalentes tanto a la renta fija como a la renta variable.
Nuestra previsión para 2020 hacía hincapié en que nos encontrábamos en las últimas fases del anterior ciclo de mercado (ni que decir tiene que no podíamos imaginarnos que fuera a desencadenarse una pandemia global que llevaría asociados confinamientos y una pronunciada recesión). El pasado año, recomendábamos el uso de instrumentos híbridos all-season que proporcionasen resiliencia mediante activos reales core o fuesen capaces de captar dislocaciones a través de hedge funds o special situations. En aquel momento, nos referimos al crédito privado core como una fuente de protección añadida y al capital riesgo como potenciador de la rentabilidad que permitiría a los inversores beneficiarse del cambio de ciclo. Todas estas posiciones aguantaron bien frente al crédito de menor calidad o los activos no core, cuyo uso se había desaconsejado (GRÁFICO 1A).
En las primeras fases de la pandemia (GRÁFICO 1B), justificamos la asignación de nuevo capital a las alternativas equivalentes a renta fija en ambos extremos del espectro (es decir, créditos de alta de calidad y títulos distressed), donde apreciamos una dislocación considerable. Además, mostramos preferencia por la renta variable core gestionada activamente y con bajos niveles de volatilidad –como la renta variable cubierta y los REIT de todos los tramos – al tiempo que seguíamos recomendando especialmente los instrumentos híbridos all-season en forma hedge funds y special situations que tienden a hacerlo bien en situaciones de volatilidad y dislocación.
Nuestro conjunto de oportunidades ha cambiado significativamente en el último año
GRÁFICO 1: ELEMENTOS BÁSICOS DE LAS SOLUCIONES DE ACTIVOS ALTERNATIVOS
2021: Posicionamiento actual al comienzo del ciclo
En noviembre, las noticias sobre resultados positivos en los ensayos de las vacunas contra la COVID-19 nos llevaron a formular nuestra visión posterior a la pandemia de 2021 (GRÁFICO 1C), que casualmente se asemeja al símbolo de la Cruz Roja. Un enfoque de AID podría resultar especialmente útil en el actual entorno de mercado, en el que las necesidades de alfa, rentas y diversificación de los inversores son, si cabe, más evidentes.
Alfa tras la pandemia: Todos los segmentos de los complementos core parecen bien posicionados para ofrecer mejores rentabilidades. Dichas rentabilidades pueden proceder de la compresión de los diferenciales y las tires en los segmentos menos saturados del crédito alternativo. Otra posibilidad es que se produzca una compresión de las primas de riesgo derivada de la normalización en los activos reales con valor añadido u operaciones en situaciones especiales potenciadoras del rendimiento en el sector servicios. El aumento de la volatilidad, la dispersión y la diligencia con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) integrados podrían continuar generando unas condiciones idóneas para la generación de alfa por parte de los hedge funds.
Rentas tras la pandemia: En activos esenciales como los activos reales core, los inversores pueden obtener fuentes de rentas estables generadas a partir de flujos de efectivo contractuales a largo plazo que, en la mayoría de casos, pueden crecer con la inflación. Ahora que las tires de la renta fija tradicional registran mínimos históricos, el precio de los activos reales core parece estar mal con respecto a la renta fija, ya que sus tires han aguantado bien durante la pandemia. La normalización debería comprimir adicionalmente sus primas de riesgo y, en este entorno, los activos inmobiliarios de alta calidad de todo el mundo resultan especialmente atractivos.
Diversificación tras la pandemia: Hoy, un gran número de segmentos de la renta fija han perdido eficacia como diversificadores y amortiguadores de la volatilidad. En este contexto, las clases de activos híbridas –como los hedge funds y los activos reales– pueden fomentar la diversificación. Dada su capacidad para operar en corto, los hedge funds pueden resultar bastante eficaces cuando la dispersión sectorial, regional y de calidad aumenta. En consecuencia, son adecuados para proporcionar rentabilidades descorrelacionadas que se benefician de la volatilidad en la renta variable. Los activos híbridos tangibles de alta calidad, como los activos reales core, ofrecen la exposición a factores económicos locales no correlacionados, aportan el respaldo de unos flujos de rentas estables y albergan el potencial de crecer con ellos. Por tanto, suponen otra importante herramienta que los inversores pueden utilizar para diversificar sus inversiones cotizadas.
Conclusión
Cuando era imposible encontrar papel de cocina, los paños salieron al rescate, y la creciente inclusión de inversiones alternativas en las carteras multiactivos descansa sobre un principio similar. De hecho, las AID que proporcionan los activos alternativos están acelerando su transformación de componentes opcionales a piezas esenciales para cualquier cartera. Los activos alternativos pueden utilizarse tanto para incrementar como para reducir el riesgo, y las primas de riesgo que ofrecen hoy son muy atractivas. Animamos a los inversores a aprovechar esta situación de principio del ciclo para captar las oportunidades de alfa derivadas de la dislocación causada por la pandemia y, al mismo tiempo, generar rentas, diversificación y resiliencia en sus carteras. Todo marco de inversión sólido debe incluir análisis basado en los resultados y asignaciones basadas en análisis. Este enfoque ayudará a los inversores en su búsqueda de las alternativas de alfa, rentas y diversificación que necesitan.