Introducción

En el marco de nuestros continuos esfuerzos por conectar con nuestros clientes sobre los temas que les preocupan y para ayudar a garantizar que ofrecemos una oferta de productos que ayude a satisfacer sus necesidades, recientemente organizamos una serie de mesas redondas en toda Europa para discutir el establecimiento de objetivos de neutralidad. Como miembro de la Iniciativa Net Zero Asset Managers, J.P. Morgan Asset Management se ha comprometido a trabajar con nuestros clientes en sus objetivos de descarbonización. Reunimos a una red de clientes y a un panel de expertos de J.P. Morgan Asset Management, incluidos analistas de investigación climática, especialistas en stewardship y analistas de la industria, con el objetivo de identificar los desafíos y las oportunidades que ofrece la descarbonización de las carteras. A continuación, compartimos algunas de las conclusiones clave.

Evolución de los planes de análisis

Si bien la concienciación acerca de las implicaciones del cambio climático para la inversión ha aumentado desde el Acuerdo de París en 2015, persisten varios problemas comunes para que la industria de la inversión ayude a sus clientes con sus aspiraciones sobre la neutralidad en carbono. Uno de los mayores problemas tiene que ver con las deficiencias de los puntos de referencia climáticos existentes, muchos de los cuales se centran en datos de emisiones retrospectivos que no han evolucionado para reflejar los últimos análisis en materia del clima. Para permitir una mejor participación de los gestores y una mejor medición del desempeño,
los inversores desean que los puntos de referencia climáticos adopten una visión más holística del mercado con el uso de indicadores prospectivos (incluidos objetivos con base científica, inversiones en inmovilizado verdes y patentes), así como incluyendo perspectivas regionales y líneas de referencia flexibles. Sin embargo, los inversores también reconocen los desafíos a los que se enfrentan los proveedores de índices, por lo que, a menudo, ven la creación de puntos de referencia climáticos mejores como un objetivo por el que trabajar y no como algo que pueda abordarse de inmediato.

Reconocemos los desafíos que existen al gestionar carteras de inversión específicas a fin de abordar la transición a una economía baja en carbono. No obstante, nuestro objetivo es abordar algunas de estas limitaciones de los puntos de referencia climáticos en algunas de nuestras carteras mediante la integración de los conocimientos que nos brinda nuestra Carbon Transition Score, que hemos diseñado para ir más allá de las emisiones actuales y los objetivos científicos evaluando sistemáticamente a las empresas para determinar su preparación para la transición, a través de más de 15 parámetros. En estas carteras, la puntuación se puede aplicar a determinadas cuentas a escala de empresa con el fin de contribuir a evaluar los avances en relación con un sector y/o grupo de pares regional y con un universo general, todo ello para ayudar a identificar emisores líderes y rezagados en todo un mercado, también de cara al futuro.

Por último, el desafío permanente de obtener datos de emisiones de Alcance 3 es fundamental dado que estos datos pueden ser
un indicador útil del riesgo de transición al que podría estar expuesta una empresa. La disponibilidad de datos sigue siendo un obstáculo crítico, pues en numerosas jurisdicciones, como en Estados Unidos, las empresas no están obligadas a informar sobre las emisiones de Alcance 3. Las propias empresas también se enfrentan a desafíos a la hora de establecer objetivos de Alcance 3, como se señaló en una encuesta reciente (véase el gráfico 1) realizada por la iniciativa Science Based Targets (SBTi). Si bien la introducción de regímenes de divulgación corporativa en algunas regiones, en particular la Unión Europea (UE), es un paso positivo, la falta de armonización de los requisitos de datos de Alcance 3 parece seguir siendo un obstáculo por el momento.

La importancia del Investment Stewardship

Si bien la descarbonización de las carteras podría implementarse fácilmente mediante la exclusión de sectores o valores con altas emisiones, observamos en nuestras discusiones que los clientes se centran cada vez más en la descarbonización de la economía real en lugar de limitarse a excluir empresas de sus carteras. Teniendo esto en cuenta, la implicación con las compañías centra cada vez más atención, tanto que los clientes establecen objetivos al respecto además de sus metas sobre descarbonización. Este enfoque hacia la implicación hace que se exija una mayor transparencia a los gestores acerca de sus propias prácticas de implicación y cómo esta impulsa los resultados de las carteras.

Muchos de los asistentes a las mesas redondas también reconocieron el importante papel que deben desempeñar las políticas públicas en la transición hacia la neutralidad de carbono. En este sentido, las diferentes partes interesadas cuentan con distintos mecanismos que pueden utilizar para abordar esta cuestión, mientras que ciertos propietarios de activos podrían estar mejor equipados que otros para centrarse en iniciativas más generales de implicación en materia de políticas públicas. Los asistentes a las mesas redondas también destacaron el papel de la implicación para conocer si las empresas en las que invierten llevan a cabo actividades de lobby que se alejan significativamente de sus afirmaciones sobre descarbonización. Dado que cualquier desvío puede crear riesgos legales y de reputación importantes para esas empresas, los gestores, en el marco de la gestión del riesgo en las carteras de sus clientes, utilizan la implicación con ellas en relación con la transparencia de las actividades de lobby relacionadas con el clima, o sus posturas políticas declaradas, y la alineación de estas actividades con las afirmaciones sobre descarbonización de las empresas.

Finalmente, los factores sociales tienen un papel que desempeñar en las consideraciones de neutralidad, y ciertos clientes incluyen una transición justa en sus objetivos de descarbonización. Si bien los factores sociales pueden ser difíciles de captar sistemáticamente en los informes corporativos, creemos que la implicación es la mejor herramienta disponible hoy en día para ayudar a revelar cómo los consideran las empresas, cuando resulta relevante, y su impacto potencial en las exposiciones prospectivas a riesgos relacionados con el clima.

Oportunidades de inversión

Más allá de los esfuerzos para evaluar el riesgo de transición de las empresas y determinar objetivos de descarbonización creíbles y significativos para tenerlos en cuenta en carteras con objetivos de neutralidad, los inversores son cada vez más optimistas en lo que se refiere al conjunto de oportunidades de inversión que están surgiendo en respuesta a la legislación reciente. Desde el apoyo político, como la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU. y el Acuerdo Verde de la UE, hasta la creciente aceptación de que las inversiones deben ampliarse en áreas que puedan ayudar al mundo a adaptarse a los impactos negativos del cambio climático, muchos clientes están tratando de aumentar sus asignaciones a soluciones climáticas.

La contribución que las inversiones alternativas pueden hacer a los objetivos de cero emisiones netas es otro tema de gran interés, pues los clientes quieren activos que puedan ofrecer un impacto más directo y el potencial de generar rentabilidades atractivas. Si bien la disponibilidad y la calidad de los datos han supuesto un obstáculo para el uso de inversiones alternativas, ahora está surgiendo cierta convergencia en torno a las metodologías de medición.

Finalmente, notamos un reconocimiento creciente de las oportunidades que las compensaciones de carbono pueden brindar a los clientes para cumplir sus propios objetivos de neutralidad. Sin embargo, el momento y los tipos de compensaciones que se utilizarán siguen siendo objeto de discusión. Los asistentes a las mesas redondas ven la descarbonización como el principal factor para reducir las emisiones y, por tanto, quieren asegurarse de que las empresas no utilicen compensaciones para evitar la descarbonización de sus propias operaciones. Algunos clientes están esperando hasta 2030 para incluir compensaciones en sus propios objetivos, ya que para entonces deberían haberse logrado más avances hacia la descarbonización.

Conclusión

A medida que las perspectivas de superar los objetivos climáticos de París se vuelven más reales, los clientes se centran cada vez más en la importancia de alcanzar la neutralidad de carbono. Si bien nuestra serie de mesas redondas puso de manifiesto muchos de los obstáculos a los que se enfrentan los inversores al establecer y ejecutar objetivos de neutralidad, seguimos confiando en poder ayudar a nuestros clientes a lograr sus objetivos de neutralidad gracias a nuestros exhaustivos conocimientos y nuestro enfoque de inversión activa. Esperamos seguir contribuyendo al diálogo de la industria y, en última instancia, ayudar a los clientes a alcanzar sus objetivos individuales.