Índice
-
¿Cuáles son las fechas clave de las elecciones estadounidenses?
-
¿Qué se vota en noviembre?
-
¿Cómo deben interpretar los inversores las encuestas electorales estadounidenses?
-
¿Cuáles podrían ser las diferencias entre los programas políticos de demócratas y republicanos?
-
¿Cómo podría el resultado de las elecciones impactar la Ley de Reducción de la Inflación?
-
¿Cuáles son las implicaciones para los inversores?
¿Cuáles son las fechas clave de las elecciones estadounidenses?
La prioridad de cualquier aspirante a presidente es asegurarse la nominación de su partido. En los primeros seis meses del año electoral, tienen lugar las primarias presidenciales y los caucus, durante los cuales los votantes de cada estado eligen qué candidato quieren que represente a cada partido. Una vez transcurridos los comicios, los partidos celebran sus convenciones nacionales en verano.
El ex presidente Trump fue confirmado como candidato republicano en la Convención Nacional Republicana en julio. Para los demócratas, el presidente Biden se retiró de la carrera el 21 de julio y la vicepresidenta Harris ha aceptado su nominación, en agosto, como la candidata oficial demócrata. Las convenciones marcaron el final de la fase primaria de la carrera, con la campaña electoral general llegando ahora a su punto álgido antes de que los votantes se dirijan a las urnas el Día de las Elecciones en noviembre. El 10 de septiembre vimos el primer debate presidencial entre Trump y Harris, y el 1 de octubre tuvo lugar el debate vicepresidencial. Muchos estados han ampliado las oportunidades de voto anticipado, lo que permitirá a muchos votantes comenzar a votar en octubre, antes del día oficial de las Elecciones el 5 de noviembre. El ganador comenzará el siguiente mes de enero.
¿Qué se vota en noviembre?
La meta es ocupar el despacho oval, pero la capacidad de un presidente para hacer realidad sus objetivos depende de quién controle el Congreso
Los votantes estadounidenses deberán decidir sobre tres cuestiones clave el 5 de noviembre: a quién eligen como presidente, quién se sentará en el Senado (la Cámara Alta) y quién en la Cámara de Representantes (la Cámara Baja).
El presidente
Recibir el mayor número de votos, o ganar «el voto popular», no convierte automáticamente a un candidato en presidente, ya que, en Estados Unidos, esta decisión le corresponde al Colegio Electoral. El escrutinio se realiza a nivel estatal, y el ganador recibe los «votos electorales» de dicho estado (cuyo número depende del tamaño de la población). Un candidato necesita al menos 270 de los 538 votos electorales para ostentar la presidencia.
El Senado
El Senado es uno de los dos brazos del Congreso que conforman el poder legislativo del Gobierno. A pesar de que las Cámaras Alta y Baja tienen funciones similares y ratifican las nuevas leyes, sus papeles son ligeramente distintos; el Senado tiene potestad exclusiva sobre ciertos ámbitos, como la validación de los nominados presidenciales.
Una de las principales diferencias entre ambas cámaras radica en a quién representan. Cada estado nombra a dos senadores para representar a dicho territorio, y los senadores estadounidenses tienen mandatos de seis años, por lo que aproximadamente un tercio de los 100 escaños del Senado quedan en juego en cada elección federal o de mitad de mandato. Actualmente, los demócratas controlan el Senado, pero en estas elecciones habrá 34 escaños en disputa, de los cuales hay 23 en poder de los demócratas o de senadores independientes. Para dominarlo, los republicanos necesitarían mantener todos los escaños en su posesión y añadir uno más si ganan la presidencia, o dos en caso contrario, ya que el voto del vicepresidente permite desbloquear un empate.
La Cámara de Representantes
La Cámara de Representantes constituye el otro brazo del Congreso, y cada uno de sus miembros, que ejercen mandatos de dos años, representa a un distrito dentro de un estado. Por lo general, se espera que tengan un contacto más estrecho con sus electores que los senadores, ya que representan a menos personas y sus mandatos son más breves. En los comicios de noviembre, se reelegirán los 435 escaños de la Cámara Baja, que actualmente está en manos de los republicanos. Para que los demócratas recuperasen el control, necesitarían ganar actualmente seis escaños adicionales.
Si el partido ganador controla ambos brazos del Congreso, el presidente tendrá más facilidades para implementar su programa de gobierno, especialmente en lo relativo a las políticas nacionales que exijan la aprobación del Congreso, como los presupuestos y los asuntos fiscales. En un escenario de gobierno dividido, el presidente estaría más limitado y quizá tendría que recurrir en mayor medida a la promulgación de decretos leyes. Asimismo, podría centrarse en áreas en las que sí tiene mayor capacidad de decisión, como la política exterior. La implementación de aranceles y medidas de inmigración más estrictas podría llevarse a cabo mediante acción unilateral, aunque estas últimas podrían ser impugnadas por los tribunales.
Votos o escaños en el Colegio Electoral, el Senado y la Cámara de Representantes
Si bien las elecciones de este año tienen muchos resultados potenciales, a mediados de agosto las apuestas estiman que algunos parecen más probables que otros. La jubilación del senador demócrata Joe Manchin, en un estado profundamente republicano, significa que los demócratas se les hará difícil retener al Senado. Según las encuestas de principios de octubre, es más probable que el control de la Cámara de Representantes pase a los demócratas. Si tomamos las predicciones en conjunto, un gobierno dividido parece actualmente el resultado más probable, aunque mucho puede cambiar todavía.
Probabilidades implícitas del mercado para el ganador de las elecciones presidenciales de 2024
%probabilidad
Probabilidades implícitas del mercado para control del Congreso
%probabilidad
¿Cómo deben interpretar los inversores las encuestas electorales estadounidenses?
Las encuestas nacionales permiten seguir la evolución de la campaña, pero es crucial vigilar los sondeos en los estados “bisagra” (swing states en inglés)
Si tenemos en cuenta la cantidad de elecciones que se han saldado con sorpresas en todo el mundo, no es de extrañar que la fiabilidad de los sondeos esté cada vez más en entredicho en los últimos tiempos. Un buen ejemplo es lo acontecido en EE. UU. en 2020, cuando los encuestadores cometieron uno de sus peores patinazos en 40 años. Si bien se esperaba que Joe Biden ganara el voto popular con un margen de 8,4 puntos, en realidad acabó quedándose a la mitad, y algo similar sucedió en el 2016, cuando predijeron equivocadamente que ganaría Hillary Clinton. Aunque, como auguraban las encuestas, recibió el 48,2% de los votos y se impuso en el voto popular, los encuestadores habían sobrestimado el margen de victoria, y Donald Trump, con un respaldo del 46,1%, acabó ganando gracias al abrumador apoyo de los compromisarios. Desde entonces, en el sector de las encuestas se han implementado varias innovaciones con objeto de afinar sus análisis, como el uso de varios métodos de sondeo para representar más fielmente al electorado. Como consecuencia, en las elecciones de mitad de mandato de 2022 la media de error en las encuestas fue la más baja desde 1998. Sin embargo, hay que señalar que en las dos últimas elecciones presidenciales, en las que se presentaba Trump, los sondeos infravaloraron la cifra de votantes del candidato republicano. La reciente condena penal de Trump y su intento de asesinato añaden más incertidumbre.
Dado lo difícil que resulta predecir el ganador a nivel nacional, quizá convendría centrarse en las encuestas regionales de los estados bisagra, ya que en ellos los candidatos suelen estar más igualados. En 2020, Georgia, Arizona y Wisconsin fueron decisivos, ya que otorgaron a Biden una distancia de poco más de 40.000 votos con respecto a Trump y evitaron un empate en el Colegio Electoral. Por eso, durante el otoño estaremos muy atentos a las encuestas regionales de estos tres estados, y también a las de Michigan, Nevada, Carolina del norte y Pensilvania. A principios de octubre, las encuestas están excepcionalmente reñidas en estos estados clave, con solo 1-2 puntos porcentuales de diferencia entre Trump y Harris.
Sondeos electorales presidenciales en los estados clave
%, media de encuentas 270towin
Fuente: 270towin, J.P. Morgan Asset Management. La media de encuestas 270towin incluye todas las encuestas dentro de los siete días posteriores a la fecha de la encuesta más reciente, limitada a una encuesta de cualquier fuente. Si hay menos de cinco, la ventana se amplía a 30 días o cinco sondeos, lo que ocurra primero. En este último escenario, si hay varias encuestas aptas en la misma fecha de calendario que la encuesta más antigua utilizada, también se incluirán. Datos a 10 de octubre de 2024.
¿Cuáles podrían ser las diferencias entre los programas políticos de demócratas y republicanos?
Aunque ambos partidos coinciden en ciertas áreas, el Partido Republicano puede adoptar una postura más dura sobre los aranceles y la inmigración.
¿Cuáles son sus posturas con respecto a los aranceles?
En los últimos años, ambos partidos han coincidido en su deseo de proteger la industria nacional y explotar la rivalidad estratégica con China. En mayo, la actual administración demócrata anunció un aumento de los aranceles sobre importaciones chinas por valor de 18.000 millones de dólares. Aunque la decisión ha creado varios titulares, se espera que el impacto económico a corto plazo de estas medidas sea mínimo, dado que los aranceles solo afectan al 4 % del total de importaciones estadounidenses procedentes de China, y los productos que han experimentado los mayores aumentos, los vehículos eléctricos, se importan principalmente de otros lugares. Por su parte, Trump ha mencionado que, como presidente, decretaría un impuesto del 60 % sobre todos los productos chinos que entren en Estados Unidos y de entre el 10% y el 20% a los productos del resto del mundo, pero, aunque muchos recibirían con agrado este empujón a la competitividad nacional, la medida podría perjudicar a los consumidores estadounidenses. Bloomberg estima que los planes propuestos por Trump dejarían los precios al consumo un 2,5% más altos y el PIB un 0,5% más bajos después de dos años. Si esta política pudiera recibir los suficientes apoyos por parte del Congreso para salir adelante, es otra cuestión. El impacto económico podría ser mayor si los aranceles dan lugar a una represalia de “tit-for-tat” con sus socios comerciales clave. Sin embargo, independientemente de quién gane las elecciones, parece probable que se adoptará una postura proteccionista más agresiva.
¿Cuáles son sus posturas con respecto a la política fiscal?
En teoría, una restricción del marco fiscal debería frenar a ambos partidos de cualquier futura rebaja impositiva o la implementación de grandes programas de gasto. Teniendo en cuenta que el déficit público estadounidense ya sobrepasa el 6% del PIB y que el desempleo está en mínimos históricos, sería lógico que cerrar la brecha presupuestaria fuese una de las principales prioridades políticas. Sin embargo, este no parece ser el caso, según comentarios recientes por parte de demócratas y republicanos.
Trump ha prometido ampliar los recortes fiscales que implementó en la Ley de recortes y empleos fiscales (TCJA) de 2017 y ha insinuado nuevos recortes fiscales sin especificar. Las últimas previsiones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) sugieren que el déficit fiscal en EE. UU. podría aumentar hasta el 7 % del PIB en 2034, mientras que la deuda podría alcanzar el 122 % del PIB. Es crucial que estas previsiones temporales presupongan que las disposiciones del TCJA caducarán a finales de 2025. Suponiendo que este no sea el caso, y que los recortes fiscales de TCJA se extiendan, el déficit podría alcanzar más del 8 % del PIB, y la deuda con el PIB podría alcanzar el 134 %. Además de la extensión de los recortes de impuestos del TCJA, Trump también ha planteado la posibilidad de eliminar los impuestos sobre las propinas y los pagos del Seguro Social, así como otro posible recorte del impuesto corporativo del 21% al 15%. Las estimaciones del Modelo de Presupuesto de Penn Wharton sugieren que las políticas propuestas por Trump añadirían en total $5.8 billones al déficit primario durante la próxima década. Trump tiene como objetivo financiar recortes fiscales en parte a través de los ingresos recaudados por la implementación de aranceles. El hecho de que este sea o no el caso sigue siendo muy incierto dependiendo de cómo respondan los consumidores.
Harris ha seguido la posición de Biden de ampliar las disposiciones del TCJA para aquellos que ganan menos de 400 000 USD, pero restableciendo los tipos anteriores más altos para aquellos que ganan por encima de este límite. Por otro lado, ella planea expandir los créditos fiscales, incluyendo los créditos fiscales por hijos, los créditos fiscales por ingresos del trabajo para aquellos sin hijos y los subsidios del Obamacare, que también están programados para expirar a finales del próximo año. Hay planes para ofrecer cuidado infantil más económico junto con salarios más altos para los trabajadores del sector. También se ha comprometido a proporcionar apoyo para el pago inicial a los compradores de su primera vivienda. Un aumento planificado del impuesto corporativo del 21% al 28%, junto con impuestos a los ricos, debería compensar parcialmente el coste de las medidas de reducción de impuestos. Las estimaciones del Modelo Presupuestario de Penn Wharton sugieren que las medidas propuestas por Harris hasta la fecha expandirían el déficit primario en $1,2 billones durante la próxima década.
Trump: Efecto a 10 años en el balance presupuestario de las políticas
billones de dólares USD
Harris: Efecto a 10 años en el balance presupuestario de las políticas billones de dólares USD
¿Cómo podrían impactar los resultados de las elecciones a la inmigración?
La política de inmigración será un enfoque clave para ambas partes. La inmigración ha aumentado en los últimos años, y las estimaciones de la CBO sugieren que la inmigración añadió 3,3 millones de personas a la población estadounidense el año pasado, más de tres veces la media anual en la década anterior. La inmigración ha ayudado a aumentar la oferta laboral y ha reducido el crecimiento salarial desde su pico del 7% en marzo de 2022 a alrededor del 4% en los últimos meses. Muchos americanos consideran que la inmigración es el problema más importante al que se enfrenta su país, con cifras de sondeo más altas entre los votantes republicanos y algunos independientes. Como resultado, es probable que tanto los republicanos.
Opiniones de los estadounidenses sobre el problema más importante en EEUU
% de encuestados
¿Cuáles son sus posturas con respecto a política climática y regulación?
Es probable que demócratas y republicanos tengan enfoques diferentes en cuanto al cambio climático y regulación. Es previsible que la acción climática siga siendo una parte fundamental de la agenda demócrata, mientras que los republicanos se han comprometido a acelerar la producción de combustibles fósiles y a revocar parte de las políticas ecologistas de Biden.En la práctica, incluso bajo un barrido republicano, parece poco probable una liquidación completa de la Ley de Reducción de la Inflación de Biden y la Ley CHIPS; los condados republicanos han sido los beneficiarios de la mayoría de este gasto y, por lo tanto, podría resultar impopular hacerlo. Sin embargo, si es elegido, es probable que Trump relaje el entorno normativo para el desarrollo de petróleo y gas, así como revertir los límites de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En otras partes del panorama normativo, las dos partes difieren en la aplicación de las leyes antimonopolio. Si bien los demócratas han adoptado una postura más agresiva sobre esto bajo la administración actual, los republicanos podrían ser más indulgentes. Dicho esto, es probable que una administración republicana continúe persiguiendo casos que aún están pendientes en el sector tecnológico.
¿Cuáles son las perspectivas de ambos partidos respecto la esfera geopolítica?
En la esfera geopolítica, cabe suponer que los demócratas seguirán apoyando militarmente a Ucrania y a Israel, dada su importancia clave para los objetivos de seguridad nacional de EE. UU. Si bien sería menos probable que un presidente republicano continuase enviando ayuda a Ucrania, también es cierto que las opiniones al respecto difieren dentro del propio partido.
¿Cómo podría el resultado de las elecciones impactar la Ley de Reducción de la Inflación?
Es poco probable que la Ley de Reducción de la Inflación desaparezca por completo, independientemente del resultado de las elecciones, pero los vehículos eléctricos y la energía eólica son dos industrias donde la política podría verse más afectada.
La Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas in inglés) de EE. UU. se convirtió en ley hace poco más de dos años, en agosto de 2022. Desde entonces, se han anunciado inversiones nacionales en energía limpia a gran escala por un valor de 500 mil millones de dólares, incluyendo 334 nuevos proyectos de energía limpia y vehículos limpios y más de 300 gigavatios de nueva energía limpia. Para los inversores, cualquier cambio en la IRA será importante de seguir, dado el impacto potencial en las ganancias corporativas de aquellas empresas con exposición a sectores influenciados por la IRA.
Independientemente del resultado de las elecciones, parece poco probable que la IRA desaparezca por completo bajo la próxima administración. Si los demócratas ganan la Casa Blanca, esperamos pocos o ningún cambio en la IRA. Una presidencia de Harris probablemente continuaría enfocándose en la implementación efectiva de la ley, a través de medidas como los créditos fiscales "tecnológicamente neutrales" para energía limpia que simplifican la gama existente de créditos fiscales específicos para tecnologías.
Aunque no consideramos probable una derogación completa de la IRA, hay elementos de la legislación que podrían estar sujetos a cambios en caso de una victoria republicana. En su discurso en la Convención Nacional Republicana en julio, Trump prometió "terminar con el mandato de vehículos eléctricos en el primer día", refiriéndose a nuevas regulaciones sobre la contaminación de vehículos que probablemente alentarán a los fabricantes de automóviles a vender más vehículos eléctricos con el tiempo. Creemos que los créditos fiscales para vehículos eléctricos en la IRA también podrían estar en riesgo, lo que sería particularmente impactante para los productores de vehículos eléctricos más caros. La energía eólica marina es otra área a considerar. La IRA extendió y aumentó los créditos fiscales para la energía eólica, aunque Trump se ha comprometido a detener los proyectos de energía eólica marina mediante una orden ejecutiva al comienzo de un segundo mandato. Por el contrario, la relocalización de la fabricación de baterías es un área asociada que recibe apoyo bipartidista, aunque las reglas de elegibilidad relacionadas con el contenido extranjero de minerales críticos y componentes de baterías también podrían estar sujetas a cambios. El impacto de la IRA en el coste de fabricación de baterías es significativo, con créditos fiscales que disminuyen los costes en un estimado del 34%, una cifra que hace que la fabricación en EE. UU. sea altamente competitiva con la fabricación en China.
En resumen, aunque una derogación completa de la IRA parece poco probable, una victoria republicana probablemente aumentaría la incertidumbre política en torno a las disposiciones de energía limpia y llevaría a los inversores y desarrolladores de proyectos a adoptar cronogramas de proyectos más conservadores. Los vehículos eléctricos y la energía eólica son dos áreas de política que podrían ver los mayores cambios. Independientemente del liderazgo político, los inversores también deben tener en cuenta que la transición energética es una influencia global y secular en las estrategias empresariales, con la inversión global en la transición energética alcanzando un máximo histórico de 1.8 billones de dólares en 2023.
¿Cuáles son las implicaciones para los inversores?
Para los inversores suele ser más importante lo que suceda con la economía que lo que ocurra en la Casa Blanca
A pesar de que las diferencias políticas son evidentes entre ambos partidos, los inversores que pretendan posicionar sus carteras tomando como base la elección de uno u otro candidato deberían ser extremadamente cautelosos.
No hay que olvidar que, como dice un antiguo refrán, «una semana es mucho tiempo en política». Todavía queda un largo camino hasta las elecciones de noviembre, por lo que las cosas podrían cambiar mucho y el resultado es de todo menos cierto.
Además, incluso si un inversor tuviera claro el resultado a estas alturas, las promesas electorales de los políticos suelen diferir bastante de las medidas que luego consiguen llevar a cabo. En las últimas cuatro elecciones estadounidenses, los presidentes electos hicieron un total de 700 promesas en campaña, pero menos de la mitad se incorporaron al corpus legal, principalmente como consecuencia de la oposición del Congreso. Si el Congreso quedase dividido tras las elecciones, el partido vencedor podría recurrir a las acciones unilaterales, como los decretos leyes y la promulgación de normativas a través de los departamentos y las agencias federales, pero seguiría necesitando que el Congreso ratificase las propuestas de mayor envergadura.
Para terminar, baste recordar que, por mucha confianza que tenga un inversor en el resultado de las elecciones y el rumbo político del país, estos no son los únicos factores que rigen los mercados.
Históricamente, y en comparación con otros períodos sin esta actividad política, en los años electorales la rentabilidad media de los mercados de renta variable baja, mientras que su volatilidad sube. Ahora bien, es crucial tener en cuenta que dichas medias están sesgadas por otros sucesos que coincidieron fortuitamente con las elecciones, como el estallido de la burbuja de las puntocoms, la crisis financiera global y la pandemia de COVID-19, entre los más notables. Para los inversores suele ser más importante lo que suceda en la economía que lo que ocurra en la Casa Blanca.
Rentabilidad de la renta variable EE.UU.
% variación interanual
La renta variable EE.UU. registró volatilidad
%, desviación estándar 52 semanas
09ny241203145806
El programa Market Insights proporciona información exhaustiva y comentarios sobre mercados globales sin hacer referencia a ningún producto en particular. Diseñada como una herramienta para ayudar a los clientes a comprender mejor los mercados y servirles como apoyo en la toma de sus decisiones de inversión, el programa explora y sopesa las implicaciones de la información actual de la economía y las condiciones variables del mercado.
Con respecto a la Directiva Europea 2014/65/UE (MiFID II / MiFIR), los programas Market Insights y Portfolio Insights son comunicaciones publicitarias y no están incluidos en el ámbito de alcance de ningún requisito MiFID II / MiFIR específicamente relacionado con los informes de inversiones. Además, los programas Market Insights y Portfolio Insights de J.P. Morgan Asset Management, al no tratarse de un tipo de análisis independiente, no se han elaborado con arreglo a las disposiciones legales orientadas a promover la independencia de los informes de inversiones, y no existe prohibición alguna que impida la negociación antes de su divulgación.
Este documento constituye una comunicación general y se facilita para fines exclusivamente informativos. Tiene carácter educativo y no debe ser considerado como asesoramiento o recomendación sobre ningún producto, estrategia, característica de plan o para otros fines en ninguna jurisdicción. Tampoco constituye un compromiso por parte de J.P. Morgan Asset Management o sus filiales de participar en las operaciones mencionadas en este documento. Los ejemplos utilizados tienen carácter genérico o hipotético, y se facilitan exclusivamente con fines ilustrativos. Este material no contiene información suficiente para apoyar una decisión de inversión y no debería ser tomado como referencia para evaluar las ventajas de invertir en cualquier valor o producto. Asimismo, los usuarios deben evaluar de manera independiente las consecuencias legales, reglamentarias, fiscales, crediticias y contables, y determinar, junto con sus propios asesores profesionales, si alguna de las inversiones aquí mencionadas se considera adecuada para alcanzar sus objetivos personales. Los inversores deben velar por obtener toda la información pertinente que se encuentre disponible antes de realizar una inversión. Las previsiones, cifras, opiniones o técnicas y estrategias de inversión aquí reflejadas se ofrecen exclusivamente para fines informativos, sobre la base de ciertos supuestos y condiciones actuales de mercado, y están sujetas a cambios sin previo aviso. Toda información aquí contenida se considera exacta en el momento de su preparación. Sin embargo, no puede garantizarse su exactitud y no se acepta responsabilidad alguna en relación con cualquier error u omisión. Cabe señalar que la inversión conlleva riesgos, que el valor de las inversiones y las rentas que estas generan pueden fluctuar en función de las condiciones del mercado y los convenios en materia tributaria, y que los inversores podrían no recuperar todo el dinero invertido. La rentabilidad y los rendimientos históricos no constituyen una indicación fiable de los resultados actuales y futuros.
J.P. Morgan Asset Management es la marca del negocio de gestión de activos de JPMorgan Chase & Co. y sus filiales en todo el mundo.
En la medida en que lo permita la legislación aplicable, podremos grabar conversaciones telefónicas y controlar comunicaciones electrónicas para cumplir nuestras obligaciones legales y reglamentarias, así como las políticas internas. Los datos personales serán recopilados, almacenados y procesados por J.P. Morgan Asset Management de conformidad con nuestra Política de protección de datos para EMEA (www.jpmorgan.com/emea-privacy-policy).
Publicado por JPMorgan Asset Management (Europe) S.à r.l. Sucursal en España con domicilio en Paseo de la Castellana, 31. Registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.