Un resumen de las últimas tendencias en los mercados (junio de 2024)
A pesar de la volatilidad, mayo terminó con retornos positivos tanto para la renta variable como para la renta fija. En la reunión de la Reserva Federal en la primera semana de mayo, el banco central señaló que mantiene una inclinación hacia recortes de tasa en el futuro. Además, datos moderados de empleo y de inflación (CPI) en Estados Unidos aumentaron las expectativas del mercado de un posible soft landing para la economía estadounidense. Sin embargo, a finales de mes, preocupaciones sobre la inflación, emisiones elevadas de bonos del Tesoro EE.UU. y datos del índice PMI más sólidos de lo esperado generaron preocupaciones de que la economía podría estar sobrecalentada. Esto provocó un aumento en los yields de los bonos, así como volatilidad en las acciones. Aunque los yields de los bonos globales cayeron 10 puntos básicos y terminaron el mes en 4.0%, en lo que va del año los bonos globales han tenido un retorno total negativo del -3.3% debido al alto nivel de volatilidad en los mercados de renta fija. Del lado de renta variable, las acciones de mercados desarrollados subieron 4.5% durante el mes, mientras que los mercados emergentes aumentaron 0.6%. El repunte táctico en China continuó y la renta variable china subió 2.4% durante el mes, pero el mercado sigue preocupado con aunque la sostenibilidad de este repunte.
Los mercados siguen sensibles a los datos económicos de Estados Unidos. A inicios de mayo, los mercados reaccionaron positivamente al reporte de la inflación (CPI) de abril, que mostró una moderación pequeña pero bienvenida en la inflación headline al 3.4% interanual, después de una serie de lecturas que sorprendieron al alza en el primer trimestre. La inflación PCE de abril también sorprendió a la baja, pero se mantuvo lo suficientemente firme como para mantener tasa headline de 2.8%. Ambos informes ayudaron a aliviar los temores del mercado sobre una reaceleración de la inflación y sugirieron que los precios deberían continuar en un camino gradual y no lineal hacia el objetivo de la Fed. Mientras tanto, los datos de la actividad económica han estado mixtos. El reporte de empleo de abril sugirió una mayor normalización en el mercado laboral, mientras que los resultados del PIB del primer trimestre y las ventas minoristas de abril revelaron un ritmo de consumo moderado pero aún sólido. Por otro lado, los índices PMI preliminares de Estados Unidos sorprendieron al alza, con el índice compuesto subiendo 54.4 de 51.3 anteriormente, la lectura más alta en 25 meses. Los inversionistas deben evitar reaccionar excesivamente a cualquier dato económico individual y no perseguir los cambios en confianza del mercado. En general, las perspectivas para la economía estadounidense siguen siendo sólidas, caracterizadas por una moderación anticipada en el gasto de los consumidores y una desinflación gradual. En este entorno, la Fed sigue dependiendo de los datos, y los recortes de tasas siguen siendo una cuestión de “cuándo” y no de “si”. Actualmente, los mercados esperan 44 puntos básicos de recortes de tasas en 2024, con una probabilidad del 77% de que el recorte ocurra en septiembre.
En Europa, los datos económicos demostraron una cierta mejora, y el PMI compuesto de la eurozona subió a 52.3 en mayo, lo cual indicó que la economía está creciendo a un ritmo anual del 1.5%. Antes de la reunión de la ECB en junio, tanto la inflación headline como la core volvieron a subir en mayo, principalmente impulsadas por los servicios. A pesar de la sorpresa al alza, los mercados siguen viendo altas posibilidades de que ocurra el primer recorte de la ECB en junio y están esperando unos 60 puntos básicos de recortes para finales de año. El inicio de un ciclo de recortes de tasas, combinado con la mejora gradual de los datos económicos, podría ser favorable para la renta variable europea, cuyas valuations siguen teniendo un alto descuento del 30% en comparación con EE. UU. En Japón, la debilidad del yen capturó la atención del mercado. El gobernador del Banco de Japón señaló que subidas de tasas podrían ser necesarias si la debilidad del yen continúa contribuyendo a las presiones inflacionarias domésticas. Más allá de las preocupaciones sobre el tipo de cambio, los cambios estructurales en Japón, como el regreso a tasas de interés positivas y las reformas de gobernanza corporativa, están transformando la rentabilidad de las empresas y atrayendo atención al mercado accionario japones. En general, los inversionistas deberían seguir considerando las oportunidades en los mercados internacionales dadas las tendencias cíclicas y estructurales positivas.
Los mercados también se mantuvieron enfocados en el crecimiento de China y en la implementación de políticas de estímulo para la economía. El reciente apoyo del gobierno fue un señal positivo, como el anuncio de programas de emisión estratégica para invertir 130,000 millones de USD en el mercado inmobiliario y los esfuerzos para aumentar la liquidez en los mercados financieros. La renta variable china ha repuntado 34% desde el mínimo de enero, pero la estabilización de los precios inmobiliarios y los niveles de confianza son cruciales para que cualquier repunte sea sostenible.
Aunque la volatilidad de las tasas de interés ha afectado los retornos del mercado de bonos este año, el aumento de los yields ha incrementado los ingresos que proporcionan los bonos del Tesoro y los bonos corporativos. Dado que es probable que la curva de los bonos del Tesoro permanezca invertida hasta finales de año, los bonos de duración corta e intermedia aún pueden tener un papel importante en las carteras. Sin embargo, los inversionistas deben tener en cuenta el riesgo de reinversión en la parte ultracorta de la curva y tratar de ampliar gradualmente la duración para capturar los yields en niveles máximos históricos de 15 años. Mientras tanto, la renta fija High Yield en Estados Unidos se está volviendo más atractiva debido a la mejora de la calidad de los índices de High Yield, los yields atractivos y un bajo riesgo de recesión en los próximos 12 meses.
Mayo fue un mes positivo para las acciones de Estados Unidos que subieron 5.0%. Curiosamente, sectores defensivos como la tecnología y los servicios públicos fueron los que obtuvieron los mejores retornos durante el mes, impulsados parcialmente por el entusiasmo relacionado con la inteligencia artificial y los datos macroeconómicos mixtos. La expectativa de recortes de tasas, combinada con perspectivas sólidas de crecimiento nominal del PIB y de utilidades de las empresas, debería seguir generando un entorno constructivo para la renta variable de Estados Unidos. Sin embargo, seguimos favoreciendo el fator de calidad y la gestión activa para identificar empresas atractivas con utilidades resilientes, balances sólidos y valuaciones relativas favorables.
Por fin, La incertidumbre sobre el inicio de los recortes de tasas y la trayectoria de la economía global subrayan la importancia de la diversificación y la gestión del riesgo. Igual de importante es no seguir los drásticos cambios en la confianza del mercado y mantener el plan de inversión propio. Las oportunidades que existen en la renta fija (como aprovechar yields en niveles atractivos y evitar el riesgo de reinversión), la renta variable estadounidense (con las utilidades ampliándose en el índice S&P 500) y la renta variable internacional (con reformas de gobernanza corporativa y vientos favorables estructurales) refuerzan la importancia de salir del efectivo y añadir exposición a sectores y regiones interesantes.
Snapshot de la economía y de los mercados para el segundo trimestre de 2024
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