Un resumen de las últimas tendencias en los mercados (diciembre de 2025)
Noviembre dejó retornos modestos en los mercados globales. Las acciones de países desarrollados apenas avanzaron 0.3%, mientras que los bonos internacionales rindieron 0.2%. Los sectores defensivos tomaron la delantera, revirtiendo la tendencia observada desde mayo, mientras que tecnología y acciones cíclicas quedaron rezagadas.
En Estados Unidos, el cierre de gobierno más largo de la historia de 43 días concluyó a mediados de mes, pero el ánimo del mercado se mantuvo cauteloso ante datos ambiguos y la persistente incertidumbre sobre la política monetaria. El reporte laboral de septiembre, finalmente publicado, reveló la creación de 119 mil empleos, muy por encima de la expectativa de 51 mil. Sin embargo, la tasa de desempleo subió a 4.4%, el nivel más alto en más de tres años, lo que sugiere una acomodación gradual en el mercado laboral. A pesar de una sólida temporada de resultados con el 81% de las empresas del S&P 500 superando estimaciones y el crecimiento de utilidad por acción alcanzando el 13%, las acciones subieron apenas 0.2% en noviembre. El grupo “Magnificent 7” vio sus proyecciones de crecimiento de utilidad por acción para 2025 saltar al 22%, pero las altas valuaciones y la incertidumbre sobre el futuro limitaron nuevos avances. Con el debate sobre una posible burbuja de IA en curso, los inversionistas deben mantener posiciones, pero buscar diversificar la exposición a otras clases de activos más allá de las acciones estadounidenses.
En Europa, excluyendo Reino Unido, las acciones superaron a las estadounidenses (+1.3%), impulsadas por los sectores financiero y tecnológico, mientras que el automotriz quedó rezagado. La región se benefició de expectativas sólidas de ganancias para 2026 y de una menor concentración en tecnología. En Japón, la fuerte volatilidad en las tasas de interés generó nerviosismo en el mercado. Crecen las dudas sobre la sostenibilidad de la política fiscal expansiva, respaldada por la postura acomodaticia del Banco de Japón. La depreciación del yen intensificó los riesgos inflacionarios, con el IPC de octubre subiendo 3% interanual. Esto provocó un repunte en los yields de los bonos públicos japoneses a largo plazo, que se ubicaron entre los peores desempeños del mes, con una caída de 4.2%. Este movimiento reavivó preocupaciones sobre un nueva ola de liquidación de operaciones del carry trade, como ocurrió en agosto de 2024.
En el ámbito comercial internacional, las tensiones disminuyeron y el gobierno de Trump mostró mayor disposición para reducir algunas tarifas, ante preocupaciones sobre la accesibilidad. A principios de noviembre, la Corte Suprema escuchó los primeros argumentos sobre la autoridad presidencial para imponer tarifas bajo la ley International Emergency Economic Powers Act. Aunque la decisión final podría tardar, la administración probablemente recurrirá a otros mecanismos legales, como las Secciones 122, 232 y 301, para implementar tarifas temporales o sectoriales. Los inversionistas deben prepararse para una incertidumbre persistente respecto al nivel final de las tarifas y las presiones inflacionarias durante el próximo año.
El giro de noviembre, del crecimiento y la tecnología hacia los sectores defensivos, refuerza la importancia de la diversificación. La diversificación regional resultó ventajosa, con acciones europeas y japonesas superando a las estadounidenses y a los mercados emergentes. Los bonos de alta calidad siguen siendo esenciales para la gestión de riesgos en las carteras, especialmente si las ganancias de las acciones impulsadas por IA no se sostienen.
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