Los recortes de tasas de la Fed, retomados sin una recesión, podrían seguir impulsando los activos de riesgo, incluyendo acciones estadounidenses y crédito corporativo. Sin embargo, ante la alta concentración de mercado, diversificar entre regiones es fundamental para mitigar riesgos como la excesiva dependencia del sector tecnológico y del mercado estadounidense. Para las acciones de Estados Unidos, se recomienda un enfoque selectivo, especialmente considerando las valuaciones elevadas. Además de tecnología, sectores como financieros y servicios básicos pueden seguir beneficiándose de los cambios políticos y el avance de la inteligencia artificial. La renta fija de duración intermedia sigue siendo atractiva, especialmente si el mercado laboral estadounidense se debilita aún más. Además, el mercado continúa subestimando el potencial impacto inflacionario de las tarifas, lo que aumenta el interés por activos reales, que ofrecen protección contra la inflación y retornos descorrelacionados.