Cinco razones por las que la inversión sostenible ha llegado para quedarse
Jennifer Wu, responsable global de Inversión Sostenible, J.P. Morgan Asset Management
Se espera que la demanda de los inversores de fondos de inversión sostenible que incorporen factores medioambientales, sociales y de gobierno (ESG) vuelva a crecer considerablemente este año. Exponemos cinco razones por las que creemos que la inversión sostenible es mucho más que una moda a corto plazo.
1. La demanda está liderada por los inversores
En 2021 más de 500.000 millones de USD fueron hacia fondos integrados con factores ESG, lo que contribuyó a un crecimiento del 55% de los activos gestionados en productos sostenibles . Esperamos que el crecimiento de la inversión con integración de factores ESG continúe hasta 2022 y mucho más allá.
El cambio a la inversión sostenible es tan potente porque está siendo impulsado por la demanda desde abajo hacia arriba. Sencillamente, los inversores, desde ahorradores individuales hasta grandes instituciones, están dirigiendo una proporción cada vez mayor de sus carteras hacia estrategias sostenibles, ya que buscan utilizar su capital para crear un mundo más sostenible.
2. La tecnología está impulsando la innovación en productos
La nueva tecnología está ayudando a los gestores de fondos a seguir el ritmo de este fuerte aumento de la demanda de inversiones sostenibles. Internet transformó la forma en que se captura, documenta y difunde la información, proporcionando a los inversores acceso a más datos que nunca. Sin embargo, solo ahora, con el desarrollo de la inteligencia artificial, los inversores tienen la capacidad de analizarlo todo.
El resultado ha sido una mejora drástica en la transparencia corporativa, ya que las nuevas fuentes de datos brindan mejores conocimientos sobre cómo se administran las empresas desde una perspectiva ESG. Puesto que los gestores de fondos están utilizando la inteligencia artificial para aprovechar la revolución del "big data", se están creando nuevas e interesantes oportunidades a través de una variedad cada vez mayor de estrategias sostenibles.
3. Las empresas están recibiendo incentivos para tomar medidas
La buena noticia es que muchas empresas de todo el mundo ya entienden la necesidad de tomar medidas en el ámbito ESG, entre otras razones porque reconocen que solo pueden generar un crecimiento sostenible a largo plazo si gestionan los recursos del planeta con prudencia, tratan a sus trabajadores con respeto y cuidan el entorno natural en el que operan.
Sin embargo, puesto que las cuestiones de carácter medioambiental, social o de gobierno que le importan a una empresa diferirán de las que le importan a otra, el compromiso corporativo es vital si los inversores desean alentar a las empresas a tomar medidas donde se pueda lograr el mayor impacto. Del mismo modo, implicarse con los rezagados en materia de sostenibilidad para fomentar el cambio puede ser mucho más efectivo que simplemente desinvertir.
Al mismo tiempo, los gobiernos siguen desempeñando un papel clave. Una política pública de apoyo y una regulación coherente pueden ser vitales para alentar a las empresas a cumplir con sus obligaciones en materia de factores ESG y también para convencer a los inversores de la viabilidad a largo plazo de la inversión sostenible.
4. El análisis se centra cada vez más en los resultados sostenibles
Están desarrollándose y afinándose marcos de análisis de factores ESG para respaldar el crecimiento de la gestión de inversiones sostenibles. En J.P. Morgan Asset Management buscamos agregar valor procurando que el desarrollo de productos innovadores, el análisis propio y la gestión rigurosa de stewardship funcionen de manera conjunta para ofrecer las exposiciones ESG que demandan los inversores.
Para ayudar a los inversores a abordar el cambio climático, por ejemplo, hemos desarrollado nuestro propio marco de investigación, que se basa en el análisis de puntos de datos subyacentes sin procesar. Nuestro análisis identifica empresas que están desarrollando soluciones para afrontar el cambio climático y aquellas que están posibilitando la transición a una economía baja en emisiones de carbono, al tiempo que nos permite implicarnos con las compañías rezagadas en materia medioambiental.
5. La transición energética está generando nuevos riesgos y oportunidades
Además de centrarse en las credenciales ESG de las empresas a nivel individual, los inversores están empezando a prestar más atención a los sectores, países y regiones que tienen la resiliencia y la competitividad para prosperar a medida que el mundo avanza hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.
La resiliencia consiste en la preparación de las carteras sostenibles para soportar la transición a la energía limpia y el impacto de los eventos climáticos físicos conforme aumentan las temperaturas globales. Además de preguntarse qué empresas están mejor preparadas, los inversores también deben analizar si los países en los que invierten tienen la capacidad de soportar las consecuencias de la transición energética y pagar por la adaptación a una economía baja en emisiones de carbono.
La competitividad tiene que ver con el compromiso de los gobiernos de lograr una transformación en sus economías para que las empresas no se queden atrás debido a la subida de los precios del carbono a escala mundial. La reducción de las emisiones de carbono requerirá un crecimiento significativo de los mercados de carbono, lo que supondrá una influencia clave en la competitividad. Los países que puedan aprovechar los avances tecnológicos necesarios para alcanzar cero emisiones netas de carbono estarán mejor posicionados para prosperar en este entorno.
La inversión sostenible ha llegado para quedarse
El creciente interés de los inversores, un enfoque corporativo más definido y una mejora significativa en el suministro de datos respaldarán aún más el crecimiento de la inversión sostenible. Quedan obstáculos por superar, tanto en términos de aceptación de los inversores como de adopción empresarial, pero, con el desarrollo en curso de nuevas formas de obtener rendimientos sostenibles y con muchas más empresas comprometiéndose con objetivos empresariales sostenibles, es más fácil que nunca para los inversores mitigar los riesgos ESG en sus carteras a la vez que contribuyen a un cambio positivo.
1Fuente: Morningstar, USD a 31 de diciembre de 2021. Incluye todos los fondos de inversión de capital ilimitado y fondos cotizados domiciliados en Europa, excluidos los fondos del mercado monetario. Filtro Morningstar: Inversión sostenible-General = Sí.
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