Introduction
Los datos son fundamentales en cualquier proceso de decisión de inversión. En el caso de una inversión sostenible, el requisito va más allá de los estados financieros: necesitamos datos ESG específicos y comparables. Sin embargo, la disponibilidad y la calidad de dichos datos suponen un gran desafío para los inversores, en particular para aquellos que invierten en mercados emergentes,incluida China.
Los proveedores externos de datos ESG suelen adoptar un enfoque amplio hacia los mercados emergentes y no siempre aplican matices locales. En particular, pueden carecer de conocimientos en el idioma local y centrarse en datos e información publicados en inglés, lo que a menudo genera importantes deficiencias informativas. Incluso más que en los mercados desarrollados, es necesario que los inversores generen su propio análisis, en lugar de orientarse con la investigación de terceros sobre el ámbito ESG. Los estándares suelen ser mejores de lo que sospechan muchos inversores extranjeros, pero es necesario hacer el trabajo fundamental y ser selectivo.
Las empresas chinas comunican información relacionada con los factores ESG y cabe destacar que la tendencia de estos informes es positiva. En 2020, 1.021 empresas de acciones A emitieron informes ESG, lo que representa el 27% del total. Este dato es bastante superior en el caso de empresas más grandes: el 86% de los componentes de CSI 300 generaron informes ESG en 2020, frente al 49% en 20101. Sin embargo, el contenido de los informes ESG en China es altamente cualitativo. Las métricas cuantitativas, que son vitales para el análisis de inversiones, son limitadas. La transparencia de la metodología y la coherencia en la divulgación suponen dudas adicionales para los inversores. Al igual que con los proveedores externos, los inversores extranjeros sin recursos en el idioma local a veces pueden tener dificultades para obtener una imagen completa, ya que las empresas que cotizan solo en el mercado continental tienden a informar solo en chino.
Si se analizan los datos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo por separado, la calidad y la disponibilidad de los datos de este último segmento destacan en relación con los otros dos ámbitos, al igual que en otras partes del mundo. Tiene sentido que así sea, pues el gobierno corporativo ha estado sujeto al escrutinio de los inversores durante mucho más tiempo. Los datos medioambientales medibles y comparables también están cada vez más disponibles gracias alfortalecimiento de los requisitos regulatorios y los compromisos asumidos por las autoridades. En 2020, China hizo un anuncio sorprendente antes de la conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26) para alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060, lo que debería impulsar aún más la introducción de políticas que apoyen la transición a una economía baja en carbono. Los datos sociales son más limitados, pero también aquí esperamos que la regulación ayude.
Los mercados y los reguladores son las principales partes interesadas que la comunidad inversora busca para obtener ayuda para mejorar los informes ESG. El mercado bursátil de Hong Kong se encuentra entre las bolsas de Asia que promueven activamente los informes ESG y ha introducido obligaciones de divulgación. En cuanto a los mercados nacionales, la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) también tiene previsto introducir nuevas normas que podrían obligar a presentar informes de datos ESG.
Factores medioambientales
La rápida evolución desde que China se abrió y reformó su economía en 1978 ha dado como resultado la prosperidad económica, pero también los desafíos medioambientales que estamos viendo en el presente. Las autoridades reconocen la necesidad de controlar la contaminación y preservar el medio ambiente para disfrutar de una economía más sostenible. Esta aspiración se ha apoyado en medidas proactivas de protección del medio ambiente durante los últimos cinco a seis años. El perfeccionamiento de la Ley de protección medioambiental estableció las responsabilidades de las empresas y sus requisitos de información relacionados con asuntos como las emisiones y la liberación de ciertos contaminantes. Estas regulaciones de informes obligatorios ayudan no solo al gobierno de China sino también a los inversores a evaluar los esfuerzos de protección medioambiental de las empresas locales. Si bien la cantidad de divulgación medioambiental obligatoria es relativamente limitada en términos de amplitud y profundidad, el contenido es comparable con los estándares globales.
Tras los compromisos relativos a las emisiones de carbono asumidos por China el año pasado, los inversores claramente esperan acciones de seguimiento por parte del gobierno central. Entre las expectativas en el caso de las empresas públicas se encuentra un aumento en los requisitos de divulgación de los reguladores y los mercados bursátiles. Actualmente, las bolsas de Shenzhen y Shanghái no establecen la obligatoriedad de divulgación relativa al medio ambiente para todas las empresas. Ante la demanda global de estándares más exigentes relativos a la información climática, que está en el núcleo de la información medioambiental, percibimos una tendencia en la que un número mayor de mercados y reguladores hacen obligatorias ciertas divulgaciones de datos climáticos. Si bien no todos los datos son materiales y relevantes para todas las empresas, los inversores buscan algunos datos críticos, incluidas las emisiones de Alcances 1 y 2, comparables y necesarios para medir el desempeño medioambiental logrado por las empresas. Más importante aún, China necesita datos de emisiones de gases de efecto invernadero de todas las empresas para seguir la hoja de ruta nacional hacia el pico de carbono para 2030 y neutral en carbono para 2060. A raíz de la crisis del agua a la que se enfrentan China y muchos otros países, los inversores también buscan mayor transparencia en los datos que afectan a este segmento.
Queremos datos estáticos precisos sobre la huella medioambiental, pero lo que necesitamos aún más son compromisos y planes de acción con miras al futuro. Creemos que los riesgos y las oportunidades relacionados con el cambio climático pueden tener un impacto financiero material. Hoy en día, la divulgación sobre estrategias, riesgos y objetivos para la gestión del clima es poco habitual en China. Cuando nos implicamos con las empresas, las alentamos a alinear sus informes con un marco reconocido internacionalmente, como el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD). Buscamos una adopción expansiva del marco en China.
Factores sociales
Las autoridades chinas reconocen cada vez más que se necesitan divulgaciones y prácticas sólidas en el ámbito ESG. Como resultado, están implementando cada vez más regulaciones, no solo sobre cuestiones medioambientales, sino también relacionadas con áreas como los derechos laborales, la seguridad y la diversidad de los productos, aunque la aplicación aún varía según el sector y la región.
Un elemento de la motivación para este mayor hincapié es atraer inversores extranjeros al mercado. Dado que los mercados de China continúan abriéndose, estos inversores extranjeros exigen niveles cada vez mayores de transparencia y compromiso positivo: un círculo virtuoso. Una importante empresa de Internet fue objeto de escrutinio en enero de este año tras la muerte de dos empleados: una muerte cardíaca súbita y un suicidio. La empresa es una empresa de tecnología clásica con una cultura laboral muy marcada y largas jornadas; la jornada de nueve de la mañana a nueve de la noche, seis días a la semana, es el estándar del sector en China. La compañía emitió su primer informe ESG en noviembre de 2020, que fue bien recibido. Sin embargo, como resultado de la mayor implicación de los inversores, ahora se ha comprometido a seguir mejorando sus divulgaciones, así como a un plan de acción sobre las condiciones de trabajo, que incluye controles de salud y el establecimiento de un canal de comunicación transparente para que los empleados registren problemas.
Las normas de divulgación sobre cuestiones sociales para algunas empresas chinas también pueden estar impulsadas en gran medida por las empresas a las que abastecen. En sectores como la tecnología y el comercio minorista, las grandes empresas occidentales son objeto de un escrutinio minucioso en lo relativo a las prácticas laborales de sus cadenas de suministro, por lo que han presionado por una mayor transparencia sobre estos temas en China. El simple hecho de ser consciente de que un fabricante local forma parte de la cadena de suministro de una organización occidental con prácticas rigurosas no reemplaza el análisis detallado por parte de los inversores; sin embargo, tal conciencia puede aportar tranquilidad y otra fuente potencial de información.
Entre los inversores nacionales, también existe una mayor conciencia acerca de las cuestiones ESG y, aunque estos problemas generalmente no están determinando las decisiones de inversión en la actualidad, esperamos que desempeñen un papel más importante en el futuro.
Factores de gobierno corporativo
Para los inversores, el gobierno corporativo es un precepto fundamental que sustenta los mercados públicos. China plantea a los inversores una gran economía, en la que el gobierno es un actor activo. Las empresas de propiedad estatal ofrecen a los inversores una amplia gama de opciones, pero, por lo general están sujetas a diferentes normas y prioridades de gobierno corporativo en comparación con las empresas de propiedad privada. Esta disonancia requiere un enfoque matizado para mitigar los riesgos potenciales. En algunos casos, las empresas de propiedad privada en el país están a la zaga de sus pares públicas en lo que respecta a los estándares de divulgación, especialmente al respecto de las transacciones con partes relacionadas. Sin embargo, las empresas de propiedad pública tampoco están libres de posibles inquietudes sobre gobierno corporativo: Los puestos de alta dirección son designados en gran parte por el gobierno chino,con relaciones cruzadas entre los responsables del gobierno y los consejos de las empresas de propiedad estatal, lo que aumenta implícitamente el riesgo de conflicto con los intereses de los inversores y los acreedores. El gobierno chino ha comenzado a hacer progresos en torno a la reforma de las empresas de propiedad estatal, introduciendo una gestión más profesional, pero la escala del desafío hace que los avances parezcan pequeños, aunque decididos. Observamos un número creciente de consejeros independientes en los consejos de administración, especialmente en las empresas de propiedad estatal que cotizan en bolsa, donde la sensibilización acerca de las evaluaciones de calificación externas es más pronunciada.
En el sector privado, los reguladores chinos han estado investigando problemas contables y forzando una mayor divulgación, con más sanciones públicas después de la evidencia de irregularidades. Como resultado, la profundidad de la divulgación financiera ha mejorado. En respuesta a las repercusiones negativas sobre coste de capital que siguen al escándalo, las empresas familiares chinas también están mostrando mejoras, a través de la contratación de administradores profesionales u otras medidas para reducir el riesgo de los empleados clave.
Aún nos gustaría ver una mayor transparencia de las empresas estatales y privadas, incluida una mayor claridad en torno a la segregación de funciones y evidencia de conocimiento de las cuestiones ESG. Recibimos de buen grado que empresas y emisores realicen mayores esfuerzos en torno a la formación de los inversores, en particular aquellos que ponen a disposición de los inversores el tiempo de los altos ejecutivos. En general, observamos un marco mejorado de gobierno corporativo en desarrollo en China, con una mayor interacción con los inversores como área de mejora. El estándar general sigue siendo más bajo que el de las empresas estadounidenses, aunque las mejoras por parte de China están reduciendo la brecha.
Conclusion
En general, consideramos que los datos ESG divulgados por las empresas chinas siguen siendo insuficientes. Sin embargo, esto no debería descartar una inversión sostenible en empresas chinas. Con la ayuda de análisis fundamentales sobre el terreno y datos alternativos, así como a través de una implicación activa de las compañías, los gestores aún pueden integrar factores ESG en los análisis de inversiones y crear valor para sus inversores.
Con un mayor impulso de los reguladores, los mercados bursátiles y los inversores, esperamos que las empresas chinas divulguen más y mejores datos ESG a lo largo del tiempo. Una mayor transparencia a través de la óptica ESG permitiría a los inversores comprender mejor los riesgos y las oportunidades de las empresas en las que invierten. Estoes fundamental para impulsar la inversión sostenible de forma generalizada en China.