Fundamentos de los ETF
Los fondos cotizados (ETF) son fondos tan fáciles de negociar como las acciones. Históricamente, los ETF se han utilizado habitualmente para replicar índices de renta variable, pero ya se utilizan cada vez más con otras clases de activos, como la renta fija e inversiones alternativas, así como con estrategias de gestión tanto activa como pasiva.
Los ETF presentan las mismas ventajas de diversificación universales que los fondos de inversión colectiva tradicionales, al tiempo que permiten a los inversores negociar en una única transacción, y en tiempo real durante el horario de negociación, ofreciendo asimismo plena visibilidad con respecto a las posiciones subyacentes del fondo. Gracias a estas ventajas, los ETF han transformado la industria internacional de las inversiones desde su lanzamiento en la década de 1990.
Estas son algunas de las principales características por las que los ETF se diferencian de los fondos tradicionales:
Coste
Por lo general, la estructura de bajo coste de los ETF es sinónimo de bajas comisiones, y bajos gastos de negociación y ejecución. Para entender el motivo, tenemos que analizar la estructura de los ETF, en la que la oferta de acciones de un ETF está estrechamente controlada por dos tipos de inversores especializados: creadores de mercado, que pueden comprar y vender acciones del ETF a precios especificados en cualquier momento en el mercado secundario; y participantes autorizados (AP), que pueden crear o reembolsar acciones del ETF en el mercado primario.
Los costes de los ETF son más bajos porque el proceso para crear o reembolsar acciones del fondo es altamente eficiente. Si un ETF es objeto de un reembolso o recibe entradas de capital, puede que no tenga que negociar sus valores subyacentes si un AP o creador de mercado consigue encontrar un comprador o vendedor para las acciones del ETF en el mercado secundario. Por consiguiente, es posible que los AP no tengan que crear ni reembolsar acciones y que se evite la negociación de los valores subyacentes cada vez que reciban una orden de compra o venta de un ETF.
Sin embargo, a pesar de que esta estructura de bajas comisiones resulta atractiva, los inversores en ETF también tienen que evaluar otros costes asociados a una inversión en el fondo. Estos costes incluyen factores como los costes de transacción relacionados con el rebalanceo de la cartera, así como costes asociados a los préstamos de valores, por ejemplo. Los inversores también tendrán que tener en cuenta el coste de entrar y salir del fondo. Estos gastos incluyen las comisiones de corretaje, así como los costes de creación y reembolso.
Coste total de la inversión
Fuente: J.P.Morgan Asset Management; información facilitada exclusivamente a título ilustrativo.
Transparencia
Un ETF está obligado a publicar sus posiciones con una periodicidad diaria y estos registros son de acceso público y gratuito. Por consiguiente, el inversor de un ETF puede consultar qué activos concretos mantiene en cartera su ETF, diariamente y a cualquier hora, y cómo estas posiciones han cambiado con el tiempo. Puede consultar gratuitamente esta información sobre los ETF de J.P. Morgan Asset Management en nuestra página web.
Este nivel de transparencia puede ayudar a garantizar que los gestores de cartera se responsabilicen de sus decisiones y también puede ayudar a los inversores a realizar un seguimiento de sus carteras para que se mantengan próximas a su objetivo declarado en todo momento.
Liquidez
Los precios de las acciones de un ETF se determinan a lo largo de toda la jornada de negociación y, por consiguiente, se pueden comprar y vender al precio de mercado en cualquier momento, siempre que el mercado de valores en el que cotiza el ETF esté abierto. Se pretende que la fijación de precios sea lo más justa posible y por consiguiente es eficiente, y los AP pueden recurrir al arbitraje para garantizar que los precios de los ETF en general se mantengan próximos a su valor razonable. Habitualmente el precio se situará ligeramente por encima o por debajo del valor del patrimonio neto subyacente del ETF. Es importante señalar que los precios de los ETF reflejan las condiciones del mercado en tiempo real. Los inversores pueden consultar el valor de su inversión durante la jornada de negociación gracias a la publicación de un precio indicativo intradía (iNAV) que se actualiza cada 15 segundos. El precio del ETF se mantendrá lo más próximo posible al valor razonable del iNAV.
Los precios intradía y la liquidez que ofrece un ETF conllevan importantes ventajas, incluyendo la transparencia de precios y la capacidad de obtener exposición inmediata al mercado a un precio conocido. La liquidez mejorada del ETF también puede ser interesante para los inversores que necesitan negociar con frecuencia. Permite a los inversores realizar un seguimiento de la rentabilidad de su cartera en tiempo real a lo largo de la jornada de negociación e introducir cambios, a un precio conocido y por lo general con una ejecución rápida, en lugar de tener que esperar hasta el día siguiente, como sucede con los fondos de inversión tradicionales.
Accesibilidad
Dado que los ETF se negocian en mercados de valores regulados, cualquiera puede comprar o vender títulos de un ETF a través de su corredor. En la mayoría de los casos no hay un volumen de compra mínimo, ni requisitos especiales o condiciones de entrada.
Gracias a la liquidez intradía de un ETF, también es posible que los inversores sofisticados utilicen ETF para crear estrategias de inversión complejas. Por ejemplo, un inversor puede abrir una posición corta en un ETF, comprar títulos de un ETF en descubierto o suscribir opciones sobre un ETF. El nivel de flexibilidad ofrece a los inversores sofisticados la posibilidad de cubrir sus posiciones, aumentar su exposición al mercado o incluso adoptar sofisticadas estrategias de opciones.
¿Qué tipos de ETF hay disponibles?
Los ETF más populares han sido los que replican índices, que tratan de reproducir las posiciones en cartera y la rentabilidad de índices generales del mercado. Los ETF que replican índices son una forma sencilla y económica de aumentar la beta del mercado. Los índices que replican estos fondos suelen ser índices ponderados por capitalización bursátil, lo que significa que la cartera de los ETF mostrará un sesgo hacia las empresas más importantes o los emisores de bonos más endeudados.
Dado que las condiciones del mercado y las necesidades de los inversores han cambiado con el paso del tiempo, los proveedores de ETF han respondido con nuevas estrategias activas, temáticas y de “smart” beta.
Los fondos “Smart” beta tratan de replicar la rentabilidad de índices adaptados que han sido diseñados para mejorar el potencial de rentabilidad de las carteras ponderadas por capitalización bursátil, distribuyendo el riesgo de forma más uniforme entre regiones, sectores y títulos.
Los ETF activos son gestionados por gestores de cartera profesionales, que seleccionan únicamente aquellos títulos que consideran más atractivos para perseguir un resultado concreto —por ejemplo, para generar rentas, superar la rentabilidad de un índice de referencia o reducir el riesgo—.
¿Cómo se pueden utilizar ETF en una cartera?
Gracias a su amplia variedad y versatilidad, los ETF pueden desempeñar distintas funciones en la cartera de un inversor, incluyendo:
- Construcción de carteras
- Conversión de efectivo en acciones
- Acceso a nuevos activos
- Cobertura
- Gestión de liquidez
- Variedad/precisión
En esencia, la capacidad de los ETF de gestión pasiva para replicar índices generales de acciones y bonos a bajo coste los convierte en excelentes componentes de una cartera para mejorar la diversificación. Sin embargo, los ETF “Smart” beta y de gestión activa también se utilizan cada vez más como componentes básicos, además de ayudar a llenar vacíos de carteras, contribuyendo a reajustar una cartera desequilibrada o a brindar acceso a mercados que de otra forma resultan prácticamente inaccesibles.
Los ETF pueden representar una incorporación atractiva para cualquier cartera de inversión diversificada.